Como sacar partido a nuestro espacio


¡Uuuufff….parece increíble la cantidad de cosas que guardamos en casa! ¿verdad?

A todos nos ocurre que llega un momento en el que la cantidad de cosas que tenemos para guardar comienza a superar la cantidad de espacio de almacenaje del que disponemos, y no, no es que tengamos el Síndrome de Diógenes, simplemente es normal que vaya aumentando el número de enseres, calzado, ropa (especialmente ropa, sí)….que se va acumulando en casa.

No todos podemos cambiar nuestras cosas cada temporada…ni queremos. ¿Esos vaqueros que nos quedan tan bien cómo vamos a tirarlos? ¿Y esos zapatos? Ni hablar!

Lo malo de esto es que, si se nos va de las manos, quizás estemos pensando medio seriamente en alquilar un trastero para guardar todo eso que ya no sabemos dónde meter.

Aquí te planteo una serie de opciones para evitar esa opción, con una serie de muebles que te pueden ayudar a maximizar el espacio de almacenaje de tu casa:

El arcón abatible:

Todo ese espacio que queda debajo de tu cama se puede aprovechar. Si, puedes meter cosas debajo de tu somier y ya está, pero un arcón abatible te permite tener todo más organizado y, por supuesto, protegido del polvo. Existen una gran variedad de arcones abatibles en el mercado, tanto en madera como tapizados, y en todas las medidas de cama, tanto en medidas de matrimonio como indivuales. Prácticamente todos vienen con una base para el colchón en tejidos 3D, que permiten la transpiración que necesitan los colchones de viscolástica y de látex.Los hay incluso motorizados y con somieres articulados, de manera que cubren todo el abanico de necesidades.

El armario de rincón:

La disposición clásica del armario en el lateral de la cama tiene un inconveniente: hay que respetar un espacio entre la mesilla y el armario para poder abrir la puerta de éstey que suele rondar los 55cm. Con los armarios en rincón ese espacio se aprovecha con una puerta más de armario, de manera que la mesilla queda pegada al costado del armario. Seguimos teniendo un paso amplio, la mesilla no nos molesta para abrir la puerta del armario…y hemos ganado una puerta más de armario.

Al ser programas modulares podemos añadir o quitar armario, adaptándolos a las medidas necesarias para cada habitación.

Las camas compactas:

Las habitaciones de los hijos siempre son nuestro quebradero de cabeza: cosas tiradas por aquí y por allá, la mochila por un lado, las zapatillas por otro….son muchas las cosas a guardar, por lo que es importante aprovechar los huecos pero sin quitar ese espacio que necesitan para jugar y estudiar.

Las camas compactas son perfectas para esto. En el espacio que ocupa una sola cama disponemos de otra más, extraíble simplemente tirando de ella y que se puede tener vestida, y de unos prácticos cajones que nos ayudan a organizar la habitación. En ellos podemos tener los pañales, bodies, cremas y demás cuando son pequeños; todo ese montón de juguetes, muñecas, cochecitos y figuritas cuando han crecido un poco y pueden servir para guardar ropa de cama, zapatos o ropa de deporte cuando ya son más mayores. Hay multitud de fabricantes y la variedad de modelos, colores y precios es enorme.

Los arcones cabeceros:

En las habitaciones juveniles, cuando la cama nido o el compacto van pegados a la mesa, la colocación de un arcón cabecero nos permite aprovechar ese hueco que si no quedaría perdido, además de permitir servir de apoyo a la mesa de estudio y hacer de cabecero donde poder poner una lamparita.

Hay dos variantes: de apertura por el lateral y de apertura superior.

El de apertura lateral resulta más cómodo de abrir ya que basta con deslizarlo hacia el lateral para abrirlo. Tiene como desventaja que, por ser un “cajón” grande, no se aprovecha tanto como el de apertura superior y si, hay un radiador cerca, quizás haya que hacerlo más estrecho o, dependiendo de las medidas, quizás haya que descartarlo directamente.

El de apertura superior es más incómodo de abrir ya que hay que levantar toda la tapa para acceder al interior, pero a cambio no se desaprovecha nada de sitio, al no llevar guías que nos coman espacio. Eso sí, es recomendable para objetos voluminosos que sean fáciles de alcanzar, como almohadas, cojines, etc.